El verdadero asesor de imagen
En numerosas ocasiones, recibo la misma consulta: ¿con qué criterio un asesor de imagen hace sugerencias y recomendaciones? Me gustaría compartir con ustedes mi respuesta y, sobre todo, mi enfoque hacia un tema que me resulta tan interesante y atractivo como es la imagen.
En primer lugar, considero necesario aclarar que el asesoramiento de imagen es una profesión y que no consiste en “tener buen gusto” o “vestirse bien” sino en saber interpretar las necesidades de cada cliente y optimizar su imagen en los distintos aspectos que la componen, incluyendo comunicación no verbal, morfología, visagismo y colores, pero siempre respetando el estilo personal.
Parto desde la premisa de que nuestra imagen narra nuestra identidad, quiénes somos, nuestros gustos y es fundamental respetar esto. La formación nos da herramientas teóricas para optimizar la imagen pero debemos entender que los clientes no necesariamente comparten nuestro estilo y que no buscan luego del asesoramiento verse como nosotros: esta es la diferencia fundamental entre las personas de “buen gusto” y un asesor profesional y formado.
Entiendo que no todo el mundo puede considerar necesario recurrir a un asesor de imagen y lo respeto, lo que me interesa destacar es que somos profesionales formados para responder a las necesidades de cada cliente, sean laborales, personales, más específicas o globales.
Mi brújula y, por ende objetivo en todo asesoramiento, es lograr la proyección de una imagen armónica y equilibrada en cada uno de mis clientes, siempre respetando quiénes son.
Vivimos en sociedad y tenemos determinados usos, costumbres y pautas de lo “ideal” o “más deseable” que aplicamos en diversos ámbitos en el día a día. El asesoramiento de imagen no es la excepción a esta situación. Por ejemplo, en lo que respecta a tipos de cuerpo, siempre explico que no existe un tipo de cuerpo mejor que otro objetivamente pero, socialmente, se tiende a idealizar al cuerpo reloj de arena en la mujer. Con esto en mente, se realizan sugerencias para que, en caso de no contar con ese tipo de cuerpo (que es lo más habitual y no es un “pecado” ni nada similar a esto), podamos valernos de herramientas para dar la sensación visual de más equilibrio y armonía.
No hay prendas que tengamos como “prohibidas”, sino que mis recomendaciones siempre se centran en las prendas que resulten ideales para nuestras características, incluyendo tipo de cuerpo, proporciones, contextura, por nombrar algunas de las variables que se consideran al brindar un servicio.
Desde ya, busco generar una imagen positiva y, lo más importante, mantenerla en el tiempo ya que en el mundo en que vivimos, la imagen es un factor crucial a la hora de las tan famosas “primeras impresiones”. Como argumenta una de mis profesoras “en un mundo ideal, nos juzgarían por nuestra bondad, nuestra justicia, nuestras intenciones y nuestro corazón”, pero no vivimos en un mundo ideal y la percepción subjetiva que hacen los demás de nosotros con todos los sentidos, es lo que compone nuestra imagen. Está comprobado que la primera impresión (y primera nota mental que los demás hacen de nosotros) se produce en un lapso de 5 a 30 segundos, por lo que la imagen juega un papel fundamental y para mí es un placer poder asesorar en estos temas para lograr que los demás perciban en cada uno de mis clientes una imagen positiva, siempre fiel a su esencia.
En este mundo actual caracterizado por ideales que a veces son imposibles de lograr (pensemos en el exceso de photoshop que genera frustraciones y falta de aceptación, así como problemas de autoestima), considero que el asesoramiento de imagen nos permite detectar nuestros puntos fuertes, ideales para destacar, que todos tenemos. No se busca generar frustraciones en la persona sino todo lo contrario: guiarla en el camino hacia el autoconocimiento que culmina con no sólo la aceptación de las características que pueda tener, sino con plasmar una imagen coherente, armónica, equilibrada con la que la persona se sienta reflejada y, por ende, a gusto.
Esto es lo que me motiva y apasiona tanto de poder asesorar a hombres y mujeres. Agradezco poder dedicarme a esta profesión y que tantas personas confíen en mi experiencia y conocimiento a la hora de optimizar su imagen. Siempre hablo de optimizar porque parto de la premisa de que todos somos perfectibles pero no adhiero a que haya gente con “mala imagen” o sin puntos fuertes a destacar, es sólo cuestión de detectarlos y mejorarlos.
Laura
Master en asesoramiento de imagen certificada por CMB
www.styletto.com.ar